La Auditoria Superior del Estado le ha puesto cifra al boquete financiero que se produjo en 2015.
221 millones 600 mil 140.68 pesos.
El número hace alusión a la sumatoria de las anomalías registradas en diversas dependencias de la administración pública estatal y que no pudieron ser resarcidas por los actores fiscalizados.
O sea, para llegar a esta cifra, hubo todo un procedimiento que permite a los actores señalados la oportunidad de demostrar que el dinero que gastaron lo hicieron correctamente.
Pero con todos los tiempos que fija la ley, una vez que concluyó el plazo legal establecido en la Ley de Fiscalización Superior del Estado para la solventación de las observaciones, tan sólo en Auditoría Financiera y de Cumplimiento no pudieron ser solventadas 441 de las 576 revisiones que se ordenaron.
Incluso, el Poder Legislativo, que conoció este martes del dictamen de la Cuenta Pública 2015, no pudo solventar 13 recomendaciones; de éstas, 8 serán vinculadas a una recomendación y 5 más se resolverán en ejercicios posteriores.
Aún pasado ese momento, hay más de 221 millones de pesos que nadie puede comprobar… y por supuesto, nadie sabe dónde están.
¿Dónde están los huecos presupuestarios?
Un ejemplo:
Se pagaron 6 millones 6 mil 487 pesos por la instalación de dos elevadores y 337 butacas en el Centro Cultural Toma de Zacatecas… pero no fueron ejecutados por la Secretaría de Infraestructura.
Pero en el caso de la Secretaría de Economía las cosas no mejoran. Hay erogaciones por más de 20 millones (casi 21) que no han podido ser comprobados. No tienen soporte y al paso que vamos, no los tendrá.
¿Y el responsable de estos hechos?
Bueno, continúa disfrutando del tremendo aplauso que le regalaron los asistentes al mensaje del Jefe del Ejecutivo y deshoja la margarita en espera de que los tiempos electorales lleguen… para buscar el Senado.
¿Y dónde está el dinero? Pronto sabremos de el.
La bendición
Dicen que se pasea por los pasillos del Palacio Municipal como si ella fuera la alcaldesa; que presume de los negocios que hace y de su inmunidad con los medios de comunicación… dicen que primero hay que hablar con ella y que Judith puede esperar.
