No creo en las teorías de conspiración.
Pero a la partidocracia le encantan… y a sus seguidores también.
Así que la teoría de que el gobierno federal ha sacado a la calle a sus halcones (referencia netamente setentera) o que las hordas de Morena salieron a la calle a desestabilizar al gobierno, pudieran ser no del todo precisas.
De hecho, me parece que es la explicación que la partidocracia da a un fenómeno que ellos mismos provocaron y que ahora no pueden controlar: el de la pobreza.
Obviamente, en ningún partido político -que vive de los altos impuestos que pagan los pobres- escucharemos un mea culpa por lo que sucede en este momento; ni del partido gobernante ni de los que dicen representar a los ciudadanos (pero que no fallan en cobrar su dieta mensual y sus herramientas).
Lo que es un hecho es que la gente que saqueó las tiendas departamentales tienen algo en común: no tienen nada que perder. Igual que la mayoría de los habitantes de las colonias populares de Zacatecas.
El despachador de una gasolinera (curiosamente) me platicó la anécdota en medio de las quejas (de él y mía) sobre el alza del combustible.
En su colonia, los chavos y vaguillos se juntaron el viernes por la tarde para discutir la posibilidad de bajar a saquear una de las tiendas de la zona comercial Guadalupe – Zacatecas.
Ninguno pensaba en quedarse con lo sustraído de la tienda; todos estaban convencidos de que podrían venderlo para tener dinero y cubrir algunas necesidades.
— ¿Y que los detuvo?
— Que no encontraron quien les comprara rápido las cosas que iba a sacar.
Ellos no tienen nada que perder.
El que marchó fue el Zacatecas Manso. El del sindicato, el de la organización social que alcanzó una regiduría (y con ella, las prebendas de su posición) y junto a ellos, centenas de ciudadanos que consideran que la movilización es la herramienta para revertir la decisión del Poder Ejecutivo Federal.
El Zacatecas Bronco ya está buscando donde colocar lo sustraído.
La bendición
Por cierto, los que marchan en —todos ellos ilustrados y críticos de quienes no caminan junto a ellos— equivocan la ventanilla para revertir el gasolinazo. No es en la oficina del presidente Enrique Peña Nieto ni en la de Alejandro Tello Cristerna… es en el Congreso de la Unión donde ambas cámaras avalan la Ley de Ingresos. Es palabra de AMLO.
