Apenas ayer lo preguntábamos en La Bendición.
De bajísimo perfil pasan los futuros legisladores priistas. ¿Siguen noqueados? ¿Negocian su salto al movimiento?
Ni lo uno ni lo otro.
Parece que los priistas aún no salen de la sorpresa que les dieron en la Ciudad de México con el predecible discurso de la dirigente nacional.
Y parece que los priistas no están de ánimos para que les dicten línea y –mucho menos- a atender llamados a la institucionalidad que, en el lenguaje priista quiere decir disciplina.
La fanpage Alt_PRI El priismo insumiso (@altPRI) tiene ya más de 130 mil seguidores donde se vierten todo tipo de quejas de los militantes de ese instituto político.
A estas críticas se unió la regidora en Guadalupe (aún y por tres años más) Violeta Cerrillo Ortiz.
En su muro, calificó la reunión de los priistas con la dirigencia nacional como un “monólogo unidireccional” y describió lo que vio en la sede nacional del PRI.
“… más de lo mismo, un monologo unidireccional, donde no se escucha, se ordena; falta de seriedad (la reunión comenzó mucho tiempo después de lo citado), no se nos dio la palabra y solo nos ofrecieron un mensaje idéntico a los de siempre: «institucionalidad», no opines… y claro, no dejes de dar las cuotas al partido porque sólo eso queremos de ti”.
O lo que es lo mismo: en la autocrítica no radica la fuerza del PRI y para Cerrillo Ortiz lo que le hace falta al tricolor es eso:
“…seguir haciendo lo de antes no nos llevará a nada, si antes «funcionó», ahora está agotado. Como todo en la vida llego la hora de cambiar o extinguirse, de escuchar a los jóvenes y mujeres con ideas distintas, disruptivas tal vez. Generar de nueva cuenta emoción e identidad en los militantes, generar oportunidades para todos…y claro, también reconocer la experiencia y valorarla, comencemos desde adentro y de ahí salgamos a buscar y con claridad dar la cara al ciudadano. Es una oportunidad que si la perdemos, perderemos también al partido”.
La abogada pide mucho.
Pero el pedir no empobrece. El dar es lo que aniquila.
La bendición
Y en el Revolucionario Institucional ya aplican la máxima Homo homini Lupus.
