Ante el reconocimiento de funcionarios públicos y empresarios del ramo de que la prostitución se ejerce sin control en el centro histórico de Zacatecas, el llamado es a evitar una crisis epidemiológica relacionada con enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Sin cifras actualizadas, ya que «desde hace años» no se atiende a quienes ejercen la prostitución en el Centro de Salud «José Castro Villagrana», los números más recientes indican que durante 2011 sólo 233 mujeres dedicadas al trabajo sexual, acudieron de manera voluntaria a las unidades de los Servicios de Salud.
Ahí se les practicaban exámenes de laboratorio y exploración clínica completa para determinar que estuvieran libres de infecciones de transmisión sexual.
Para María de la Luz Domínguez Campos, directora de Concertación Política de la Secretaría General de Gobierno y quien después de 85 años propuso la actualización al reglamento de Control de la Prostitución en el ayuntamiento capitalino, dijo que «aquí lo que tendría que hacer la autoridad y la propia sociedad es controlar (la prostitución) sanitariamente”.
Para ello, dijo, se requiere una mayor comunicación entre la autoridad estatal, las autoridades municipales e incluso las autoridades federales a efecto de hacer efectivos estos controles sanitarios».
Domínguez Campos, declaró que las autoridades deben empezar por delimitar su competencia y determinar de manera muy específica cuales son las medidas que deben adoptarse para controlar el ejercicio de la prostitución -sanitariamente hablando- a fin de evitar la propagación de enfermedades.
Y es que, a pesar de que el ejercicio de la prostitución está prohibido en la vía pública, el alcalde Carlos Peña Badillo reconoció en días pasados que la prostitución se ejerce sin control en el Centro Histórico.
Sin embargo, Juan Barrón Rosales, presidente vitalicio del Cerepa, dijo en julio del 2014 que la prostitución ya estaba en las calles; especialmente en las del Centro Histórico.
«Ya no cabe en antros, cantinas, billares. Las mujeres ofrecen sus servicios en las calles y en los camiones», advirtió.
Para Domínguez Campos, los ayuntamientos son los responsables del control sanitario de los y las personas que ejercen la prostitución pero » debe haber también una participación más activa y acciones más específicas para atender este asunto que pudiera convertirse si no se atiende en un problema de salud pública».
