Al concluir el Sinodo de Obispos sobre la Familia, que se prolongó por un mes, los prelados acordaron «respetar» a los homosexuales y condenar toda la «injusta discriminación» que existe en contra de la comunidad en todo el mundo.
Sin embargo, continuó su oposición al matrimonio de personas del mismo sexo.
De acuerdo a la agencia de noticias EFE, los 270 padres sinodales -entre obispos y cardenales- en representación de los obispos de todo el mundo, limitaron a un párrafo, de los 94 que contiene el documento, el debate en torno a la relación entre la iglesia y la comunidad homosexual.
El documento producido por la XIV Asamblea General Ordinaria, mantiene la inamovilidad de la unión entre personas del mismo sexo y advierte que ni remotamente la unión de éstos debe ser considerada como similar al designio de Dios en cuanto al matrimonio.