Los terribles acontecimientos ocurridos en los últimos días en Fresnillo tienen corresponsables.
O por lo menos eso dice la constitución mexicana.
El artículo 21 de la carta magna advierte que “la seguridad pública es una función del Estado a cargo de la Federación, las entidades federativas y los Municipios”.
Así que, lo que ocurre en Fresnillo también le corresponde al alcalde, a pesar de que lo que él diga o mande decir a través de sus columnistas coreografiados.
Debilitado desde su reelección, hoy se encuentra maniatado entre las decisiones que se toman desde la Ciudad de México y la capital del estado.
De ser cierto, es un alcalde que no manda.
Pero, ¿de dónde viene su debilidad?
Para identificarla hay que remitirse al 6 de junio de 2021.
Al apostar por la reelección, también se expuso al escrutinio de estancia como alcalde. Una especia de plebiscito.
Y la gente le envió un mensaje.
En 2018, ganó por 54 mil 216 votos; quizá la ola lopezobradorista empujó esa cifra.
Pero tres años después -como expone el columnista Antonio Salas- sólo obtuvo 32 mil 970 sufragios.
Obtuvo el 57 por ciento del total de la votación contra el hoy conocido como Benjamín “N”; tres años después, el porcentaje se redujo al 42 por ciento.
¿Dónde quedó el 15 por ciento de diferencia?
Quizá en la indiferencia que tuvo como alcalde hacia la ciudadanía misma que continúo perdiendo hasta este fin de semana.
Las expresiones en su contra vertidas en redes sociales dan cuenta de un gobernante desconectado de la realidad de su municipio.
Un alcalde al que le piden que renuncie.
Por menos que lo expuesto, han solicitado la salilda de diferentes funcionarios; ¿por qué no poner en esa lista al alcalde de Fresnillo?
Supongo que en octubre, cuando se publique la nueva medición de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU), volverá a indignarse y a pedir que se revise la misma.
Si se diera el tiempo de leer el estudio -él o su equipo que sólo se dedica a engañarlo– encontrarían la solución en la misma ENSU.
Su desconexión con la ciudadanía los lleva a hacer cosas como condicionar la asistencia de los reporteros a la Feria; no sorprende viniendo de quien viene.
La Bendición
Se equivoca el alcalde tanto como los políticos priistas que, haciendo constricción, ejercen mayor presión al gobierno municipal. Ojalá que en el PRI hayan visto que levantaron la mano. Aunque, como dato adicional, el 65 por ciento de las personas en Fresnillo se informan de hechos de violencia viendo y escuchando noticieros. ¿De dónde surge el dato? Es claro que no han leído el estudio. Y si tienes 6 programas especializados, suspender uno por solidaridad con Fresnillo es como querer tapar el sol con un dedo.
