¡Alerta!
Con gritos y brillantina, el Centro Histórico se paralizó; 3 mil mujeres tomaron las calles pintando de morado y verde las principales arterias.
Mujeres de todas las edades, desde niñas y bebés hasta de la tercera edad se manifestaron por la violencia de género que azota el país.
Niñas acompañadas por sus mamás aprenden desde su infancia tienen que defender sus derechos.
¡Alerta! ¡Alerta!
Despertaba a todos los que estaban en el centro, quitando la tranquilidad que, desde hace años, las mujeres zacatecanas no han tenido.
Distintos contingentes feministas encabezaron la marcha, que fue exclusiva y separatista desde un inicio.
Hombres que pasaron cerca y quisieron tomar foto o video fueron censurados, incluso reporteros agredidos por hacer su trabajo.
Mujeres de algunos grupos feministas iniciaron pequeños choques contra hombres que no pasaron a mayores, pero aún no llegaban a Catedral.
El templo católico y otros edificios públicos amanecieron cercados y protegidos del “peligro” que representaba la marcha feminista.
Sin embargo, Catedral no sólo tenía cerca y policías, también civiles, católicos que rezaban mientras se tomaban las manos para protegerse del “feminismo”.
Las manifestantes no perdieron el tiempo para gritar en contra de los acosos, feminicidios y casos de pederastia cometidos y encubiertos por la iglesia.
Los ánimos de ambos bandos tomaron fuerza, pero sólo las feministas actuaron lanzando brillantina y gritando sus rimas.
¡Alerta!
Llegando a Plaza de Armas, los contingentes bailaron “Un violador en tu camino” un performance hecho por el grupo feminista chileno “Las Tesis”.
Toda Plaza de Armas gritó por los derechos de las mujeres, en contra de la impunidad y la complicidad del Estado al encubrir los feminicidios.
Jovencitas recordaron a las que ya se han ido por culpa del feminicidio; alumnas de la UAZ que alzaron la voz contra sus acosadores.
La impunidad que viven a diario las zacatecanas estremeció a Zacatecas, una marcha sin precedentes en la que niñas exigían una infancia segura y mujeres que pedía justicia para sus hermanas.
La voz de todas tronó, luego de años de impunidad, de acoso y feminicidios, por fin Zacatecas despertó con el grito de ¡Alerta!
