El anuncio de la cancelación del programa de Jimmy Kimmel Live no solo marcó el final de una era en la televisión estadounidense.
También dejó sin empleo a Guillermo Rodríguez, el carismático zacatecano que se convirtió en pieza clave del show durante más de dos décadas.
Originario de Zacatecas, Guillermo jamás imaginó que su destino estaría frente a las cámaras.
Llegó al estudio de grabación como guardia de seguridad y también trabajaba lavando platos y atendiendo mesas.
Todo cambió en 2003, cuando fue sorprendido durmiendo en el auto del locutor Dicky Barrett.
En lugar de ser despedido, la anécdota llegó a oídos de Kimmel, quien dijo:
Tenemos que poner a este tipo en el programa.
Desde ese momento, Guillermo se transformó en uno de los rostros más queridos del late night.
Cubrió alfombras rojas, entrevistó a celebridades, asistió a Super Bowls y premios internacionales, siempre con un estilo auténtico que lo distinguió.
Su presencia rompió moldes en la televisión, representando a la comunidad latina en un espacio donde su voz era poco visible.
En 2023, su impacto fue reconocido oficialmente: el Concejo Municipal de Los Ángeles lo declaró un “tesoro” durante el Mes de la Herencia Hispana, destacando su papel en la representación cultural y en la inspiración de miles de migrantes.
La trayectoria de Guillermo es la muestra viva de que el humor y la autenticidad pueden abrir puertas inimaginables.
Aunque el final del show de Kimmel cierra un capítulo, su figura ya es parte de la historia de la televisión estadounidense y del orgullo zacatecano.
Ahora la gran incógnita es qué camino tomará el entrañable asistente que, sin estudios de actuación ni comunicación, logró lo que muchos soñaron: ser un símbolo latino en la pantalla grande de Estados Unidos.







