… oídos de carnicero. Ben Aminn
Este viernes vence el plazo para que la minería pague su cuota del Impuesto Ecológico y lo hará… pero amparados.
Por supuesto, esto no cierra el ciclo de de enfrentamientos entre el gobierno estatal y la industria; de hecho, sólo ampliará la batalla y la trasladará a los tribunales.
La historia continúa.
Se espera que la primera de las empresas que pase a depositar su óbolo a las arcas del gobierno estatal sea la canadiense CapstoneGold, que opera la unidad de producción Cozamin -en la capital del estado- y que se dedica a la exploración y explotación de cobre, plomo y zinc.
De hecho, en el momento que se presenten ante el juzgado, el impartidor de justicia les solicitará las garantías líquidas que respalden la solicitud legal (palabras más, palabras menos de quienes saben de derecho).
Así que la historia que inicio el pasado mes de diciembre, cuando la administración pública estatal anunció la implementación de este impuesto, continuará en los próximos meses mientras la Justicia (así, con mayúsculas) determina si lo propuesto por Alejandro Tello Cristerna y su equipo financiero es viable o lo desestima.
Lo que sigue siendo un hecho irrefutable es que las mineras no escatimarán esfuerzos para evitar el pago de dicho gravamen, ya que -más allá del gasto que representará- sentará un precedente para que más de 20 entidades federativas puedan adaptar esta figura impositiva durante 2018.
¿Qué pasará con el dinero que estará depositado en la Secretaría de Finanzas mientras transcurre la batalla legal?
Quedan dos opciones.
Guardarlo y planificar en que se gastará cuando el juez lo liberé a favor del gobierno del estado de Zacatecas o gastarlo.
En todo caso, se corre el riesgo de repetir la historia que -a principios de la década- protagonizó Cuauhtémoc Calderón Galván en la presidencia municipal capitalina quien, teniendo en las arcas el dinero que pagó Telmex por la publicidad en los teléfonos públicos, se lo gastó sin conocer la decisión del juez.
Cosa de esperar.
La bendición
Empiezan los negocios en Guadalupe. Van sobre la construcción de casas en las inmediaciones de la alberca olímpica amparadas por integrantes del cabildo. ¿Y el alcalde? ¿Es ingenuo o es cómplice?