Entre el anecdotario de la rapiña que se vivió en el sexenio pasado, aún se recuerda la mítica imagen de la familia Peschard presumiendo un avión que presuntamente había comprado el entonces director de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en la entidad.
Pero lo que más se recuerda de esa mítica fotografía es la frase que usaron para describir la compra: el juguete de papá.
Parece que ahora Luis Alfonso Peschard Bustamente quiere comprarse otro juguete: la presidencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Zacatecas.
Para ello, dicen dentro de la CMIC, Peschard tiene un poderoso aliado. Uno cuyo nombre fue sinónimo de poder absoluto los seis años pasados: Juan Manuel Alonso Reyes.
Así, el ex Primer Hermano y el ex secretario de Obras Públicas en el sexenio pasado, impulsan a Jorge Eduardo Hiriart Franco como candidato a la presidencia de la CMIC.
Hiriart Franco fue –según denunció en su momento Saúl Monreal Ávila- uno de los prestanombres de Peschard Bustamente y esa buena relación con el poderoso director de la SCT le permitió acceder a recursos millonarios; en mayo de 2014, Monreal advirtió que Hiriart Franco junto con Rubén Saldivar obtuvieron obra sin licitar.
Eran, dicen en la CMIC, uno de los pocos constructores afiliados a la Cámara que tenía acceso a obra pública.
Monreal Ávila presentó en aquella ocasión una investigación donde, en un paquete de 120 obras, sólo el 30 por ciento de las constructoras estaban respaldas ante la CMIC Zacatecas.
Parece que la familia Alonso no se termina de ir; Juan Manuel Alonso tiene en Peschard Bustamente a un fiel alfil que puede mover a su antojo (sólo hay que recodar quien asignaba la obra entre 2010 y 2016) y ambos tienen a un peón listo para obedecer órdenes.
La bendición
Hablando de Saúl Monreal, parece que su propósito de año nuevo es hacer el mayor número de reuniones posibles mismas que publicita en redes sociales. En tanto David no pierde la costumbre de llegar tarde a todos lados.
