Hasta para morir hay modas o estilos y la muerte no es la excepción.
Un servicio normal cuesta 7 mil 600 pesos, que incluye la sala de velación, cafetería, transportación desde el hospital o el lugar en donde se encuentre el cuerpo hacia el lugar de velación y hasta su última morada: el panteón.
Esto no incluye el embalsamado que tiene un costo de 3800.
Claro que este costo varía por el tipo de cajón que se elija ya que hay desde madera y metal, ambos en sus versiones básicas y muy finas.
Les presentamos algunas opciones como el de cedro con acabados de imitación; de ahí nos vamos al Regio Dayton que tiene herrajes más finos y telas más suaves. Este ataúd tiene un costo de 38 mil pesos.
Pero no se asusten (ya se murieron) porque también hay muy económicos y cumplen con su función.
El de lámina calibre 28 tiene un costo de 7 mil 800 pesos. Ligero y muy práctico. A pesar de no ser caro luce bien, aunque siendo sinceros muchas veces es en lo que menos se fijan.
Si pensaste morir con estilo les presentamos el ataúd hermético donde no entra aire ni luz y es de acero inoxidable lo que permite que el cuerpo no sufra descomposición en 50 o 60 años.
Tiene un costo de 116 mil pesos; nada barato pero pueden guardar a su “muertito” para verlo como si hubiera sido ayer.
Así que vayan haciendo su guardadito para cuando se llegue ese día y se vayan con estilo, si no pues paguen la cremación por tan solo 14 mil 600 pesos.
Capillas San José es la única con crematorio propio.