Durante meses, Saúl Monreal Ávila se convirtió en el favorito de los columnistas coreografiados.
Todos los días se le encontraba una nueva virtud.
En cada aparición, sus dichos eran reproducidos en busca del estadista que necesitaba Zacatecas.
Incluso, se festejó como un elemento novedoso de comunicación política sus “jueves de rolitas”.
De hecho, fue usado como elemento de contraste.
Tal cual, fue usado.
Pero bastó una sola encuesta para que nadie se acordará de él.
La burbuja que rodeaba al alcalde fresnillense se rompió la semana pasada, cuando fue publicada la encuesta de De las Heras.
Una encuesta que, en el papel, lo pone lejos de las preferencias electorales y lo manda a un tercer lugar dentro de Morena.
A partir de ese día, los que lo veían en el alcalde de Fresnillo una opción política, dejaron de tomarle atención.
Poco a poco descubrimos quien lo engañó.
Incluso, quienes ya se presentaban como sus estrategas en comunicación han hecho mutis en los últimos días.
Y claro, ahora las virtudes que veían en el fresnillense se han trasladado hacia el empresario restaurantero.
Pero más allá de ello, aun quedan muchas dudas por resolver.
La primera de ellas es:
Si logra la candidatura al Senado, ¿aceptará ser la segunda formula?
Ya en 2018, cuando se supo que se daría prioridad a una candidatura femenina en la fórmula al Senado, decidió no participar.
Una duda más.
Lograr la candidatura al Senado ¿abriría la posibilidad de una candidatura de la Cuarta Transformación en la capital que no se encuentre bajo la órbita priista?
Una donde el candidato no acepte las presiones de los grupos priistas, como las que aceptaron para ceder un predio a una AC vinculada con al PRI.
Una que, al mismo tiempo, no comulgue con los grupos que arropan la Nueva Gobernanza.
Poco falta para conocer cuales son las prioridades de Saúl Monreal.
En tanto, hoy busca a los liderazgos de Morena para que lo apoyen fuera de Fresnillo donde, parece, nadie lo conoce.