“La Justicia que llega tarde no es justicia», sentenció Perla Guadalupe Martínez Delgado, diputada local por el Partido de la Revolucionario Institucional (PRI).
Durante el tercer informe de actividades Martínez Delgado indicó que no son pocas las voces ciudadanas que demandan probidad, profesionalismo, celeridad y eficacia.
Destacó que la antesala de la impartición de la justicia es precisamente su procuración.
Reconoció la importancia de las acciones emprendidas para transitar de una Procuraduría a una Fiscalía, así como para hacer valer, consolidar y fortalecer su autonomía.
«Reiteró que desde esta misma tribuna la justicia que llega tarde no es justicia».
Por eso, dijo que el “Modelo de Resultados Rápidos” para incrementar las soluciones efectivas, integrales y sostenibles, en un tiempo corto es fundamental.
Pidió al fiscal compartir los avances al respecto, así como el cumplimiento de las metas del Plan de Persecución Penal Estratégica de la Fiscalía.
Este plan se concentra en los delitos de alto impacto, delitos de delincuencia ordinaria e investigación focalizada a través de las Fiscalías Especializadas.
Delitos que más lastiman
Reiteró que en el ámbito de la fiscalía, recae la investigación, persecución y combate de los delitos que más lastiman y dañan a la sociedad.
Estos son el homicidio doloso, el secuestro y la extorción, generalmente perpetrados por redes delictivas que operan a gran escala y en todo México.
A nombre de sus compañeros de fracción parlamentario, manifestó que la sociedad zacateca exige justicia.
«Aún tenemos asesinatos sin esclarecer como el del doctor Héctor Ruiz del ISSSTE y de otras tantas personas que las familias exigen se esclarezca cada uno de sus casos”.
Por otro lado -dijo- sabemos que a la par de la pandemia por el Covid-19 ha surgido otra pandemia igualmente dañina: la violencia familiar.
Esta pandemia tiene lugar en los hogares de los diferentes estratos socioeconómicos y cuyas víctimas son mayoritariamente las mujeres, las niñas, los niños y adultas mayores.
Víctimas que han tenido que tolerar el confinamiento permaneciendo día y noche al lado se sus victimarios.
El delito de robo y los delitos comunes siguen aquejando las calles de nuestra entidad.
«Las y los zacatecanos no hemos podido encontrar la paz y la tranquilidad tan anhelada. Es claro que necesitamos más y mejores apoyos de la Federación».
Esto ya que la seguridad y la investigación de los delitos requieren mucho más que buena voluntad.
