Muchos hemos odio hablar de series televisivas cuyos personajes tienen pelos encrespados y ojos enormes como Dragon Ball, Pokemon, Sailor Moon, Los Caballeros del Zodiaco o Heidi.
Algunos saben que todas ellas tienen algo en común, pues todas son clasificadas como ‘’monitos chinos’’ o ‘’caricaturas chinas’’ en lo que tienen la razón, al menos parcialmente.
Lo cierto es que este tipo de series sí son de oriente, pero no precisamente de China, sino más bien de un país mucho más pequeño, que aunque parece lo mismo, no es igual: Japón.
La animación japonesa, también llamada ‘’anime’’, llegó a ser todo un fenómeno por allá en el país del sol naciente cuando en 1963 se emitiera por primera vez ‘’Astroboy’’, del nipón Osamu Tesuka. Esta serie llegó a México años adelante logrando suficiente éxito como para traer más animaciones de aquel país a nuestro lado del charco.
¿Recuerdan series como Meteoro, El Capitán Centella o Robotech?
Pues cuando hablen de alguna de ellas, de los Super Campeones, de Candy Candy u otra que recuerden, no olviden decir ‘’monitos japoneses’’ en lugar de ‘’monitos chinos’’ o ya si quieren presumir de su gran nivel, llamarles por un nombre mejor empleado: ‘’anime’’ o ‘’animación japonesa’’.