A principios de los año 90, Cristina Pacheco escribió en Mar de Historias, de La Jornada, uno de sus mejoras narraciones: La vuelta del Tigre.
Una de las mejores frases de ese texto es la siguiente:
¿Por qué pones esa cara tú? ¿Ya no me conoces? -pregunta el Tigre con un gesto que algo tiene de obsceno.
La frase describe magistralmente a Eusebio, el persona principal de la narración pero también es aplicable en otro ámbitos de la cotidianidad zacatecana.
La política, por ejemplo.
Luego de formalizar su apoyo al Movimiento, el Tigre regresa a lo que mejor sabe hacer: Administrar la crisis.
Así, a través de sus organizaciones filiales, abrió dos frentes.
Uno, en Minera GoldCorp donde mantiene tomado el acceso a la unidad minera Peñasquito; la empresa inició ya denuncias ante el ministerio público por privación ilegal de la libertad, delitos contra el comercio, la industria, ataques a las vías de comunicación y lo que resulte.
Acusaron a la empresa de no cumplir con la construcción de un hospital, una escuela y un centro de artes y oficios, ni tampoco con la reparación de carreteras y servicios de agua potable agua potable para las comunidades.
El segundo, a través del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Compañía Cervecera de Zacatecas (SITCCZAC) quienes acusan a la CTM y el Grupo Modelo de afiliar por la fuerza a los trabajadores con amenazas de despido y represión en las líneas de trabajo.
Crea el conflicto, lo administra y lo resuelve con maestría tal que puede darse el lujo de volver a generar el conflicto en el mismo lugar.
Ese es el Tigre. El mismo que en 2016 se alió con el León para alcanzar la candidatura del PRD a la gubernatura. La encomienda no se logró. Pero la derrota no le preocupa. Sabe que siempre hay otra oportunidad.
Y la oportunidad ya llegó.
¿Y por qué ponen esa cara? ¿Ya no lo conocen?
La bendición
Es tal el ruido que generan los eventos del Movimiento Monrealista que el Instituto Nacional Electoral ya asiste para verificar que no se viole la ley electoral.
