Decía la abuela: Quien no quiera ver fantasmas, que no salga de noche.
Y quien sale de noche, a eso se arriesga.
El proverbio viene a colación por los mensajes enviados por la presidenta HONORARIA del DIF estatal.
Al final de las cuentas, por sus dichos, parece que salir de noche no le gustó tanto.
O ya no ahora, cuando pierde (ella) aceleradamente su capacidad de maniobra.
Advirtió que “iniciará un periodo de descalificaciones por un pequeño grupo que con politiquería barata pretenderá destruir lo que nunca han construido”.
Parecería una advertencia de un futuro sombrío.
En realidad, es una práctica de nuestro sistema político mexicano.
Cada seis años, el nuevo gobierno se dedicaba a denostar a la anterior administración.
Parecería una práctica de la era de la democracia mexicana.
Pero no.
Era una costumbre del Ancien Régime; el que encabezaba y capitalizaba el PRI.
No bien terminaba un presidente de ofrecer sus servicios a la Patria, cuando la nueva bufalada ya demolía lo construido.
A lo mejor no conocía la historia.
Por eso el país (y las entidades federativas, no todas) son lo que son hoy en día.
Un invento sexenal que se destruye cada seis años.
Una pena que ya no le hagan llegar la información.
Los que lo hacían, hoy están buscando cobijo en la nueva administración estatal.
Lo cual incluye que los partidos de oposición pongan su nombre en la mesa de negociación.
Como se hacía en los tiempos del PRI.
La bendición
1.- La tercera ola.
El aumento en los contagios que anunció el Gobierno Federal poco a poco llega a Zacatecas; el número de contagios de que anunció la Secretaría de Salud es el mayor desde el pasado mes de junio. Vamos tarde, pero con paso seguro.
2.- El último esfuerzo
La secretaría de Turismo intenta rescatar (antes de que termine el quinquenio) lo perdido por la pandemia. Una misión casi imposible.
Imagen de mohamed Hassan en Pixabay
