Parece que la dirigencia del PRI tiene corta memoria.
Olvidan que hace 8 años eran oposición y que fue gracias a un grupo de diputados locales que transitaron de PRD al tricolor como lograron reconquistar la gubernatura.
Y esos diputados, que en su momento parecían unos oportunistas, le dieron al PRI el aire que necesitaba para regresar al gobierno.
¿Eran unos voraces por abandonar al PRD?
Quien lo sabe.
Lo que es un hecho es que sus nombres aún son recordados al interior (de lo que queda) del PRD y que conformaron la última bancada del sol azteca que fue mayoría en la Legislatura Local.
Ahí estaban José María González Nava, diputado perredista por el distrito 18 y quien hoy preside la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Jorge Luis Rincón Gómez, diputado por el distrito 9 y hoy delegado de la Secretaría de Desarrollo Social.
Artemio Ultreras Cabral, diputado perredista por el distrito 7 y posterior director del ISSSTEZAC y candidato perdedor por la alcaldía jerezana.
Y como olvidar a diputado perredista por el distrito 1, con cabecera en la capital del estado, Miguel Alejandro Alonso Reyes, quien encabezó la revuelta perredista y bajo las siglas del PRI logró ganar la gubernatura el sexenio pasado.
El mismo que el 28 de marzo estuvo en Zacatecas y que, tras una reunión con la dirigencia del PRI, encabezada por Felipe Ramírez, se anunció la disolución de la alianza con el Partido Verde Ecologista de México.
Pero lo mejor es que no hubo violencia política de género contra Navidad Rayas, a quien calificaron de oportunista y voraz.
Si eso es lo que Felipe Ramírez dice en público, imaginen lo que puede decir en privado sobre la diputada priista hoy adoptada por el Movimiento… y los que faltan.
La bendición
Si alguien trabajó por la reapertura de la Mina San Martín, fue Nacho Castrejón, alcalde de Sombrerete. Pero nunca quiso el crédito que hoy asume el gobierno del estado.
