Cuanto más tiempo pasa, más saben los investigadores sobre las secuelas del coronavirus. La Academia de Medicina de Francia ha publicado un comunicado en el que detalla las secuelas de las que ya tiene conocimiento, divididas en tres categorías principales, y sus recomendaciones para tratarlas.
Secuelas en el organismo por coronavirus
En la primera categoría, los expertos distinguen en particular entre «daño respiratorio residual».
El pulmón es «el órgano que se afecta con más frecuencia en la fase aguda», dice la Academia de Medicina, indicando que «la fibrosis pulmonar puede persistir después de la infección inicial».
Se «caracteriza por un descenso progresivo de la función respiratoria (…) una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias» y puede «aumentar la mortalidad en las personas de avanzada edad», según los expertos.
La Academia de Medicina también informa de enfermedades cardíacas, como la miocarditis inflamatoria, «que se encuentra con frecuencia en pacientes tratados en cuidados intensivos» o trastornos del ritmo cardíaco.
Por último, el dictamen también informa sobre el daño renal que puede conducir a una «insuficiencia renal crónica en fase terminal»; daño directo o indirecto al sistema nervioso central.
El dictamen también cita la «sarcopenia», una disminución de la capacidad muscular, «casi constante en pacientes inmovilizados durante varias semanas en cuidados intensivos».
Trastornos después de la recuperación
En «Trastornos mal etiquetados que prolongan la convalecencia o se producen a distancia», la Academia de Medicina explica:
«Ha habido pruebas de que los pacientes que aparentemente se están recuperando de episodios agudos han requerido una convalecencia prolongada o se han quejado de nuevos síntomas después de un período de remisión. En estos casos, «la infección inicial fue a menudo corta y a menudo se curó espontáneamente».
Entre las secuelas, los expertos citan «malestar general, dolores musculares, artralgia, fatiga al menor esfuerzo físico o intelectual, pérdida de memoria y, a veces, episodios de taquicardia». El tratamiento de estos trastornos, que son «con frecuencia episódicos» pero a veces «prolongados», es «difícil», «aparte de la prescripción de paracetamol, el apoyo psicológico y la corrección de la posible desnutrición por un dietista».
Secuelas psíquicas
Por último, la Academia de Medicina se refiere a las secuelas psicológicas en los pacientes, en particular los que salen de cuidados intensivos con ventilación asistida y sedación profunda, que son «intensamente marcados»; el personal de enfermería «sometido a largas jornadas de trabajo asociadas a mayores responsabilidades» y las víctimas del confinamiento, algunos grupos de los cuales han sido «particularmente afectados». A veces pueden requerir «apoyo psicológico», advierten los expertos.
Recomendaciones para combatir las secuelas
Para tratar estas secuelas, la Academia de Medicina recomienda «dentro de los límites de [sus] conocimientos actuales» varias cosas, entre ellas la reanudación de la actividad física lo antes posible, la vigilancia «en cuanto a la calidad funcional de los órganos más afectados» y medidas relativas a la organización del trabajo en los hospitales para reducir el riesgo de «agotamiento».
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Con información de tododisca.com