Tal parece que los baños en Japón no son nada seguros, ni las casas, ni las calles, ni los taxis, ni las mujeres guapas, también hay que correr de ellas, les presentamos algunas leyendas urbanas más populares del país del sol naciente para que se ambienten en estas fechas.
YUREI
Se trata de los fantasmas más famosos de esa cultura, son almas que tuvieron una muerte funesta llena de odio, tristeza, celos o miedo y regresan buscando vengarse de lo sucedido con todo ser viviente que se les atraviese. Por lo general son mujeres y aparecen con un traje mortuorio blanco y pelo largo, suelto y enmarañado, ¿les suena a algo este concepto? Así es, los fantasmas protagonistas de las películas «La maldición» y «El aro» son Yurei.
TEKE TEKE
A una estudiante le hacían bullying y cayó a las vías del metro quedando partida en dos por la cintura, ¿el resultado? Si te encuentras esperando en el metro tienes que mantenerte atento a no escuchar el sonido «teke teke’», pues es una advertencia involuntaria que hace este fantasma con las manos al arrastrarse, ella puede jalarte a las vías justo cuando esté por pasar el siguiente tren.
TOIRE NO HANAKO SAN
O Hanako la del baño. En todas las escuelas de Japón, en el cuarto baño del tercer piso debes entrar solo y tocar la puerta preguntando: ‘’¿Hanako san, estás allí?’’ tres veces seguidas y a la última ella responderá desde adentro: ‘’sí, aquí estoy’’, si tienes suficiente valentía abre la puerta y descubre qué encontrarás. Pero si en serio quieres que te vaya mal, debes gritar tres veces: ‘’¡Hanako la del tercer piso!’’ ese apodo no lo tolera pues cuentan que así le decían sus abusadores cuando vivía.
EL ÚLTIMO CLIENTE
Un cliente se sube y te pide que lo lleves a una dirección desconocida pero que él te guiará, sigues conduciendo en medio de la nada y volteas a preguntar por fin por dónde es el camino, no hay nadie en la parte trasera, volteas hacia adelante desconcertado y te topas con el cliente a media carretera, pero será tarde, porque un segundo después habrá un barranco frente a ti… Eso explica porque hay tantos taxis desbarrancados.