Después de recibir la orden ahora todos lo aman. Ben Ammin.
Si una zona del estado puede causarle problemas al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es el sur.
Ahí el Partido Acción Nacional tiene una base de militantes y simpatizantes que cualquier candidato desearía.
En la actualidad ese instituto político gobierna Juchipila y Tlaltenango; en Jalpa Federico Robles Sandoval, un panista que no fue favorecido por su partido para contender por la alcaldía, jaló el voto azul a Movimiento Ciudadano y ahora es el presidente municipal. Un naranja con corazón azul.
A esos se suma Jerez -que ha sido gobernado en diferentes momentos por el PAN- y otros municipios de la región.
En esta zona se encuentra el Distrito Electoral Federal número 2, conformado por 23 municipios y donde la presencia de Morena es tan pero tan baja, que bien podría considerarse inexistente.
De hecho, en 2010, esta zona del estado se convirtió en la fortaleza de Cuauhtémoc Calderón Galván quien en ese momento era la estrella ascendente del panismo estatal.
Obtuvo la alcaldía capitalina en 2007 y desde esa posición -en medio del escándalo generado por la renta de patrullas y luminarias- se catapultó a la candidatura a gobernador.
Pero algo pasó en el camino; tres años después se enredo con el Partido Verde Ecologista de México que lo hizo diputado local y un trienio después se movió a Morena desde donde operó la campaña contra Miguel Alejandro Alonso Reyes.
Ahora la dirigencia nacional (léase Andrés Manuel López Obrador) le asignó la responsabilidad de operar en el distrito 2 y fortalecer la presencia de ese partido en la región.
¿Algo busca?
No hay que ser Doctor Ciencia Sociales (o Maestro en Marketing Político) para no darse cuenta que aspira a una nueva posición.
¿Cuál?
Eso tendría que responderlo el mismo Calderón Galván quien a pesar de ser un destacado empresario restaurantero no pierde la esperanza de adentrarse en el mundo de los medios de comunicación.
Dicen que para ello hace lo necesario para mantener una franquicia digital en funcionamiento. Pero no es lo suyo.
Lo que no se puede negar es que aún no pierde el toque y hace las mejores hamburguesas de la ciudad… como en los viejos tiempos.
Y a todo esto, ¿los panistas lo seguirán?
La bendición
Las mineras han iniciado su defensa. Como en un juego de ajedrez hicieron su primer movimiento: movieron al peón; ahora esperan pacientes la respuesta de su adversario.