Primero criticar, luego documentarse. Ben Ammin.
Un mes le bastó al Partido del Trabajo para percatarse que la pelea por el Impuesto de Remediación Ambiental era una lucha perdida (para ellos).
El pasado 7 de febrero, el PT, en voz del diputado Samuel Reveles externó “su reconocimiento al gobierno de Alejandro Tello por la lucha que está librando contra las mineras; en este asunto tiene nuestro respaldo total, pues un triunfo sobre el particular, será un triunfo de Zacatecas”.
Dos días después, con el entusiasmo que caracteriza a la izquierda militante, salieron a las calles a manifestarse.
En la manifestación, Alfredo Femat Bañuelos llamó al gobernador Alejandro Tello a no desistir en la lucha por establecer el impuesto ecológico y que las mineras paguen a Zacatecas por el daño hecho a su territorio.
Hasta ahí, la férrea defensa del PT a ese tributo.
Un mes después, el mismo Femat Bañuelos se une al coro de voces que llaman a evitar un buen pleito y alcanzar un mal acuerdo.
El líder del PT en la entidad profetizó que en el marco del Tratado de Libre Comercio “donde México tiene que hacer acuerdos con Canadá, nos queda claro que los intereses del tratado están por encima de los asuntos de Zacatecas”.
Y sentenció: “No tenemos duda que echarán atrás el impuesto”.
Y luego, soltó una verdad de Perogrullo: Zacatecas no tiene el respaldo del Presidente de la República y culpó al villano de moda de no ser amigo de Zacatecas.
¿En serio? ¿Hasta ahora se dio cuenta?
Si un aliado tenía el gobierno estatal en la materia, lo perdió.
Y la definición de la Controversia Constitucional está más cerca, quizá antes de que termine este mes.
¿Será buen momento para hacerle caso al Femat?
Tal vez.
La bendición
¿Alejandro Tello, especialista en asuntos turísticos? Parece que el gabinete está empeñado en que sea el costal de box al que todos le pegan.
