A finales de 2017 se dio a conocer el borrador de la nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades donde se añadió la adicción a los videojuegos. Esto como resultado de una extensa investigación por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Este borrador ya es oficial y no presenta cambios en cuanto a los videojuegos, se mantiene como enfermedad mental de carácter adictivo.
Aunque esta clasificación no había sido actualizada desde 1990, la masificación del entretenimiento ha creado discordancia sobre cuándo se vuelve un mal.
En el documento dice que la adicción a los videojuegos se caracteriza por tres condiciones que una vez cumplidas pueden arrojar un diagnóstico negativo.
Primera el comportamiento de juego continuo no permite el control del jugador sobre sus tiempos.
Segunda prioriza a los videojuegos sobre cualquier otra cosa.
Tercera, mantener ambas conductas a pesar de las repercusiones negativas.
Todo esto desemboca en el comportamiento de juego continuo que afecta diversas áreas de funcionamiento. Lo que el documento deja en claro es que este comportamiento debe ser constante, por lo menos 12 meses para emitir un diagnóstico.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director de la OMS, menciona que esta nueva edición de la ICD ha sido desarrollada a lo largo de diez años de investigación. La ICD-11 será presentada ante la asamblea de la OMS en mayo de 2019 y entrará en vigor el 1° de enero de 2022.
Durante este tiempo entre su presentación y su entrada en vigor, se pretende que los países puedan estudiar el nuevo formato y preparar a sus instalaciones y personal, así como realizar las debidas traducciones del documento.