Hace unas semanas se dio la polémica en el Festival de Cannes, sobre si Netflix pueda o no participar en las convocatorias.
El primer contra que sale a la luz es la negativa de la plataforma de streaming por estrenar sus producciones en salas de cine antes que en su plataforma. Y eso no le agrada a los concursantes de esta edición del festival.
Así que el mismo festival anunció que si existe una película que no tenga asegurada su distribución en salas francesas, será una película que no podrá competir por la Palma de Oro.
El director Pedro de Almodóvar presidente del jurado de este año ha declarado que «Netflix es una nueva plataforma para ofrecer contenido de pago, lo cual en principio es bueno y enriquecedor. Sin embargo, esta nueva forma de consumo no puede tratar de sustituir las ya existentes, como ir al cine, no puede alterar el hábito de los espectadores, y creo que ese el debate ahora mismo. Para mí, la solución es simple: las nuevas plataformas deben de respetar las reglas actuales, como la existencia de ventanas de exhibición, y cumplir las reglas de inversiones que ya regulan a las televisiones. Es la única manera de coexistir. Me parece una enorme paradoja dar una Palma de oro y cualquier otro premio a una película que no pueda verse en gran pantalla. Respeto las nuevas tecnologías, pero mientras siga vivo defenderé algo que las nuevas generaciones parecen no conocer: la capacidad de hipnosis de una pantalla. Creo que la pantalla en la que vemos una película por primera vez no puede ser parte de nuestro mobiliario, sino que nosotros tenemos que ser diminutos para estar dentro de la película que te captura». Y puesto a elegir entre ganar la Palma de Oro o que su cine se vea en 190 países (a los que llega Netflix), soltó: «Prefiero que se vean en todos los países posibles en pantalla grande».
Por su parte la plataforma de streaming se ha negado a tener que estrenar sus películas en salas de cine antes que en su plataforma.
Ambas partes dan sus razones por las cuales no declinar, por un lado vemos a Almodóvar, quien habla por toda la industria del cine por como lo conocemos, pero Netflix sin duda representa la evolución no sólo de la industria del cine, si no del entretenimiento, quizá nostalgia sea la razón por la cual Cannes se niega tanto a dejar que las películas que no se han proyectado en salas sean merecedoras de un galardon de este tipo.