Puede que la palabra anarquista cause ruido…
Pero cuando los anarquistas se dedican a recuperar alimentos desechados por restaurantes o mercados para usarlos, la percepción podría cambiar.
Con el lema “La comida es un derecho y no un privilegio” el grupo Comida no Bombas recupera alimentos que son estéticamente menos agradables y por esto se desechan.
Sin embargo, son 100 por ciento seguros para el consumo humano.
Cerca de un 34.7 por ciento de los alimentos que se producen en México se desperdician, según el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria.
En Zacatecas, un grupo de seis personas se dieron a la tarea de recuperar estos alimentos y reducir el desperdicio de comida.
En entrevista con el grupo “Comida no Bombas” nos explicaron que este movimiento empezó en 1980 en Estados Unidos en protesta a los proyectos nucleares en aquel tiempo.
Pedían que el recurso que se usaría en bombas, se usara mejor en alimentar a las personas.
Además de su intención de recuperar alimentos, otra parte importante es que se sólo se recuperan alimentos de origen vegetal.
Esto por su origen de “no violencia” que aplican también a los animales, por lo que los alimentos que recuperan y reparten son vegetarianos o veganos.
La solidaridad y la necesidad hicieron que estas personas se movieran y empezaran a recuperar alimentos una vez más.
¿Por qué regresar en medio de una contingencia?
La contingencia provocada por el COVID19 ha marcado un antes y un después en la vida de las personas, en el que hemos visto lo peor de la sociedad, pero también lo mejor.
En Zacatecas se han perdido más de 2 mil empleos, lo que pone en una situación difícil a muchas familias, empezando con la comida.
Por lo que vieron necesario regresar a los mercados y llevar alimento a cualquiera que tenga hambre.
“Esto no es de nosotros, cualquiera puede hacerlo desde sus posibilidades”, explicaron.
Pidieron a la población a que si algo les sobra lo compartan, evitando que se desperdicie la comida y ayudando.
¿Ha sido fácil?
Aseguran que este trabajo es laborioso y ocupan todo el fin de semana en hacer la recolección, limpieza y la preparación de alimentos y despensas.
Además de las salidas a las calles para entregar la comida, lo cual se hace con las medidas de salud necesarias.
Sin embargo, para ellos el alimento es un derecho y no un privilegio que sólo algunos deban tener.
A la semana logran hacer 20 despensas aproximadamente, en las que hay frutas, verduras, semillas y cereales que pueden alimentar a una familia por varios días.
¿Qué ha cambiado para Comida no Bombas en la contingencia?
Para este grupo lo que más ha cambiado es la distribución, pues anteriormente se ponía una mesa para que la gente se acercara y se llevara lo que necesite.
Por las condiciones actuales, ellos mismos han tenido que buscar a las personas y llevar la comida personalmente.
Pero, hasta que la contingencia se los impida completamente, seguirán haciendo esta labor.
Quiero ayudar, pero no sé cómo
El grupo de Comida No Bombas está en redes sociales para los que quieran contactarse con ellos y donar alimento o insumos, incluso dinero.
Sin embargo, piden a la población a que, si ellos mismo lo pueden hacer desde casa, lo hagan.
Recordando que este no es un movimiento de ellos, pero un acto de solidaridad que todos podemos hacer con nuestros vecinos.
Finalmente exhortaron a las personas a tomar conciencia de la pandemia y a no salir de casa si no es necesario.
Entienden la necesidad de la gente, pero también que para salir de la contingencia es más importante el trabajo en grupo que de los gobiernos.
