El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, acaba de sacar un pronunciamiento en el que marca una fuerte postura en contra de las terapias de conversión y las cataloga como una forma de violencia y discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género.
En su boletín reconoce a la orientación sexual como una categoría protegida contra la discriminación, debido a que es parte del desarrollo de la personalidad.
Dejan claro que la Asociación Americana de Psiquiatría ha descubierto que la orientación sexual se descubre alrededor de los 10 años de edad.
Y hace especial hincapié en que ninguna norma, decisión o práctica puede restringir de ningún modo los derecho de una persona a partir de su orientación sexual.
De esta manera explican que las terapias de conversión son una forma de violencia y discriminación.
Apoyados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), definen a la homosexualidad como una variación natural de la sexualidad humana, por lo que no puede considerarse una enfermedad.
Y por si todavía existe quién tenga dudas, en 1990 la OMS le eliminó de su lista de enfermedades mentales.
Además dejan en claro que estas terapias no son guiadas por investigaciones científicas o psiquiátricas, que solo están basadas en teorías y literatura cuestionable; la gran mayoría basadas en principios e ideas religiosas o políticas que se oponen a los derechos humanos.
