En El 18 Brumario de Luis Bonaparte, Karl Marx escribió una frase que se escucha en estos casos: La historia se repite primero como tragedia y después, como comedia.
La cita textual a esta frase es la siguiente:
Hegel dice, en alguna parte, que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal se repiten, para decirlo de alguna manera, dos veces. Pero se olvidó de agregar: la primera, como tragedia, y la segunda, como farsa.
Si esta cita pudiera aplicarse a la historia reciente de Zacatecas, podríamos estar de acuerdo que -lo que vimos el pasado sábado- fue la tragedia de una historia épica.
La historia se remonta al 12 de septiembre de 2010 cuando, en un discurso de 4 mil 633 palabras, Miguel Alejandro Alonso Reyes delineó el trabajo de su administración.
En ese momento, cuando era el héroe que recuperaba el gobierno estatal para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), soltó a los asistentes a la Cámara de Diputados, el mensaje que arrancó aplausos.
La sociedad está agraviada por la insensibilidad, el abuso del poder, la indolencia, el nepotismo y la corrupción. Nuestra gente reprueba el lucro y el beneficio personal. Rechazamos la práctica irresponsable de quienes consideran que los bienes públicos y el gobierno son de su propiedad. El ejercicio del Poder Público siempre es para servir. Reprobemos los gobiernos patrimonialistas.
Seis años después, se le acusa de lo mismo que criticó seis años atrás.
Su hermano está bajo sospecha de cobrar el diezmo y el vigésimo por cualquier obra o contrato con el gobierno estatal; su cuñado está bajo sospecha de usar electoralmente el programa de sustitución de televisiones de la Sedesol y la SCT; y lo que es peor, Alonso Reyes camina sin asumir responsabilidad alguna de sus actos y sus hechos.
La reunión del sábado no fue la de un grupo de políticos que pretenden derrotar a un gobierno señalado de corrupción, encabezado por una gobernadora que no pudo controlar los caprichos de su hija.
Lo del sábado fue El Concilio de los Malditos. Todos señalados por algún hecho de presunta corrupción y con ánimo de mantener el poder.
La historia como tragedia.
¿Tendremos que esperar el momento de la farsa?
La bendición
Este martes se presenta el programa de prevención del delito del gobierno estatal; si no hay un plan integral, no hay factibilidad de éxito. He ahí el verdadero reto.