Quiere ser rebelde. Pero teme salir de su zona de confort. Ben Ammin.
El 26 de septiembre de 1960 se transmitió el primer debate presidencial televisado en los Estados Unidos.
El Senador John F. Kennedy (Demócrata) enfrentaría al Vicepresidente Richard Nixon, quien por ocho años convirtió su oficina en una plataforma electoral.
Quienes siguieron el debate por radio sintieron a Nixon confiado y contundente, pero quienes lo vieron por televisión reconocieron el éxito de la estrategia de imagen y el mensaje del joven Kennedy, asegura Allan Bonner, autor del libro «Political Conventions».
¿Por qué uno ganó en la televisión y el otro en la radio?
Un mes antes del debate, Nixon pasó dos semanas en el hospital. Se veía pálido y transpiró durante la confrontación que se transmitió en blanco y negro.
Kennedy, en contraste, pasó los primeros días de septiembre haciendo campaña en California; se veía descansado y bronceado. “Nunca lo había visto tan en forma”, escribió Nixon.
El dato viene a colación luego de la entrevista radiofónica que ofreció Alejandro Tello Cristerna.
La Coordinación de Comunicación Social del gobierno del estado se encargó de enlazar ese encuentro a través de Facebook Live; hasta que terminó la transmisión en directo, habíamos cerca de 200 personas viéndola.
Desconozco cuál fue la reacción de quienes escucharon la entrevista a través de la radio.
Pero los que vimos el video notamos a un Alejandro Tello Cristerna con un lenguaje corporal muy diferente a lo que emitía su voz.
Incomodo, se movió del asiento en varias ocasiones (supongo que las sillas no son incómodas y -por el contrario- sirven para dar seguridad al entrevistado).
El persistente tic de llevarse la mano a la cabeza denotaba esa incomodidad y -en ocasiones- se llevó la mano a la boca (otro síntoma de que algo no estaba saliendo bien).
Cierto es que las decisiones tomadas al inicio del año son dignas de quitar el sueño; y lo que ha acontecido en los últimos días puede poner los nervios de punta; pero Alejandro Tello no es sólo el Contador Público que jugó basquetbol y padre de familia.
Ahora es el titular del Poder Ejecutivo y como tal debe ponerle el pecho a las balas; especialmente en la batalla que inició para que las poderosas mineras de este país para que paguen un impuesto estatal que mucha falta le hace a las entidades federativas.
No hay más camino.
La bendición
Hay mujeres en la política -y con poder- que no entienden que se enfrentarán a la crítica. Tarde o temprano. ¿O pensarán que sólo se debe hablar del outfit que usan en las sesiones de cabildo o del buen corte de cabello que usan?