El mismo Mario Almada que se lucía con su sombrero, su pinta de hombre curtido, rudo, macho mexicano y su inigualable bigote de todas mías, el es quién el día de hoy nos abandona.
El luto vuelve al cine mexicano, llevándose consigo a uno de sus actores más representativos. Mario Almada falleció a la edad de 94 años en Cuernavaca Morelos.
Este mismo actor protagonizó la pequeña cantidad de más de 400 producciones y le dio al cine mexicano otro forma de hacer historias, lo que hoy lo ha convertido en un actor reconocido.
Originario de Huatabampo Sonora, en su trayectoria de poco más de 70 años, se caracterizó por interpretar a justicieros y pistoleros, hombres rudos que no le temían ni a la muerte misma.
Interpretó, rancheros, taxistas, matones, curas, jornaleros, inmigrantes, hacendados policías y no había manera en que el actor no fuera de armas tomar, hasta en silla de ruedas podía apuntar con el rifle.
Si crees que no lo conoces, seguramente te topaste con alguna de sus películas en mitad de la madrugada, en alguno de esos canales de cine mexicano. Su personaje por excelencia fue El Justiciero que contaba con historias plagadas de acción y venganza y que han sido un referente en el cine de acción hecho en México