Los romanos en la celebración a su Dios Saturno comían un pan con dátiles e higos, dicha celebración coincidía con el solsticio de invierno y con la llegada del Cristianismo se emparejo dicha celebración con la Navidad.
También los romanos tenían a bien esconder un haba dentro del pan, que es lo que ahora conocemos como el “niño”.
En el año 354 comenzó a festejarse el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre. Poco después, la epifanía empezó a conmemorarse el 6 de enero, día en el que los cristianos occidentales celebran la Adoración de los Reyes Magos
La tradición de la rosca se afianzó durante la Edad Media en países como Francia y España, donde la preparación ha variado con los siglos.
En México la tradición fue introducida en el siglo XVI y el haba fue sustituida por uno o varios muñecos hechos de porcelana y en la actualidad de plástico.
En Estados Unidos dicho pan se llama King’s Cake y forma parte de las festividades del Mardi Gras en Nueva Orleans. En Bélgica, Francia, Canadá y Suiza se conoce como gâteau de Rois.
En Portugal se llama Bolo Rei, similar a la que conocemos, aunque más pequeña. En Grecia degustan la vasilopita, una especie de dona menos vistosa que la rosca que conocemos.
En Hispanoamérica se le denomina rosca o roscón de Reyes, y en Cataluña, tortell.