Como todos los años, el Jefe del Ejecutivo encabezó la ceremonía del Grito de Independencia en la Plaza de Armas de Zacatecas.
Sin embargo, este año fue especial.
Primero, por el regreso de la gente a la plaza, luego de dos años de restricciones por la pandemia de Covid19
Segundo, porque el gobernador David Monreal Ávila incluyó en la arenga a personajes zacatecanos que participaron en la lucha de Independencia.
Junto con Miguel Hidalgo, José María Morelos y Leona Vicario, Monreal Ávila incluyó a tres próceres zacatecanos.
Los nombres de Víctor Rosales, José María Cos y Pérez y José María Rodríguez retumbaron en la Plaza de Armas.
Pero ¿quiénes fueron ellos y que méritos tuvieron para ser recordados este 15 de septiembre?
Aquí te dejamos un rápido resumen de su participación en la lucha de independencia.
Víctor Rosales
El Mariscal Víctor Rosales nació en Zacatecas, Zacatecas, en 1776. Estudió leyes en la Real y Pontificia Universidad de México.
Fue expulsado por ser desafecto al gobierno de la Nueva España.
Al no poder concluir sus estudios, regresó a Zacatecas a dedicarse al comercio.
Su nombre cobró fama en 1811, cuando Ignacio López Rayón dejó Saltillo para dirigirse a Zacatecas.
En 1813, Rosales se vio obligado a retirarse fuera de la ciudad de Zacatecas.
En octubre de 1814 se dirige a Michoacán para ponerse a las órdenes de Rayón.
Su lealtad a Rayón le valió ser nombrado mariscal de campo y comandante militar de las provincias de Michoacán y Zacatecas.
En Michoacán
Por esa razón se destituyó de ese cargo a Manuel Muñiz, quien más tarde, en mayo de 1817, se puso a las órdenes del coronel realista Miguel Barragán.
Rosales se dirigió al rumbo de Tacámbaro para perseguir a su antiguo compañero de armas.
Fue sorprendido por el coronel Barragán, quien lo emboscó y fusiló, el 20 de mayo de 1817, en el rancho La Campana, cerca del pueblo de Ario.
Al triunfo del movimiento insurgente, el Congreso Constituyente en sesión el 19 de julio de 1823 lo reconoció como uno de “los 13 héroes de la Patria”.
En 1824 fue declarado por el Congreso de la República Mexicana como “Benemérito de la Patria en Grado Heroico”.
En 1868, la Legislatura del estado de Michoacán, le da el nombre de Villa de Ario de Rosales, en reconocimiento al mariscal Víctor Rosales.
Sus restos descansan en la Columna de la Independencia, en la Ciudad de México.
José María Cos y Pérez
Nació en la Provincia de los Zacatecas, del Reino de la Nueva Galicia, probablemente en 1774.
En el Colegio Real de San Luis Gonzaga en Zacatecas, cursó Gramática y Retórica.
Por su aplicación se le becó para continuar sus estudios en el Seminario Conciliar de Guadalajara, donde hizo los cursos de Artes y de Teología, para ordenarse sacerdote.
Fue catedrático de Mínimos en el Seminario Conciliar, y tras haber sustituido, el 18 de octubre de 1795 tomó posesión como propietario.
Por esos años fue su discípulo el futuro insurgente Pedro Moreno.
Nuevamente en Zacatecas, fungió como vicerrector de su antiguo Colegio Real de San Luis Gonzaga.
En 1800 ganó por oposición el curato del Mineral de la Yesca, en Nayarit. De 1802 a 1810 se desempeñó como cura del Burgo de San Cosme, cercano a la ciudad de Zacatecas.
A principios de 1810 fue electo representante por Zacatecas a la Junta Central de España, pero las circunstancias le impidieron desempeñarse como tal.
A finales de octubre de 1810 cerca de Aguascalientes, el general Iriarte lo recibió solemnemente.
Su llegada a Sultepec
El doctor Cos decidió entrevistarse en San Luis Potosí con el general Félix Calleja, quien le aconsejó pedir audiencia al virrey Francisco Javier Venegas.
En enero de 1812 el general Félix María Calleja recuperó Zitácuaro, lo que obligó a la Junta y al maltrecho ejército insurgente a huir a Tlalpacha para establecerse finalmente en el Real de Sultepec.
Ahí fue donde Cos manifestó a plenitud sus ideales independentistas.
Con múltiples dificultades armó una imprenta de caracteres de madera, y dado que no se había podido conseguir tinta a ningún precio, la elaboró de añil. Y así pudo editar el 11 de abril de 1812 el primer número de El Ilustrador Nacional en “la imprenta de la Nación”.
Su esfuerzo editorial fue muy admirado, incluso por Lucas Alamán.
Con la ayuda de la organización secreta de Los Guadalupes, el movimiento insurgente contó con una nueva imprenta y se pudo editar El Ilustrador Americano.
El 27 de mayo de 1812 salió el primer número. Cos lo dirigió hasta el número veinte, y contó con la colaboración de Andrés Quintana Roo e Ignacio López Rayón.
Por Zacatecas, fue electo diputado al Supremo Congreso Mexicano, que inició sus sesiones en septiembre de 1813.
Pero Cos –como escribe José María Miquel i Vergés– no se pudo presentar hasta diciembre, y en consecuencia no firmó la “Declaración de la Independencia”.
El 17 de noviembre de 1819 falleció víctima de una grave infección en la garganta.
Al celebrarse el 165 aniversario de la publicación de El Ilustrador Nacional, el 12 de abril de 1987 el Gobierno del Estado de México le rindió un homenaje y estableció la presea Doctor José María Cos, para los periodistas que se distingan en el ejercicio de su profesión.
José María Rodríguez
Este ciudadano, oriundo de Guadalupe, participó en las conspiraciones regionales para lograr que floreciera el movimiento de independencia de la corona española en Zacatecas.
Al ser sorprendido por las autoridades locales, fue capturado y fusilado el 3 de octubre de 1814.
Su cabeza se exhibió en las principales plazas de la región para que sirviera de escarmiento para las futuros insurgentes.