Si tu fuiste de aquellos que comenzaron el año con muchas razones para ejercitarte y a finales de abril ya lo dejaste.
No te sientas decepcionado, es normal y a la mayoría nos pasa, lo mejor que puedes hacer para no perder las ganas es saber como enfrentar todo eso.
No sabes cómo hacer ejercicio
Aunque parezca tonto este es uno de los problemas más comunes. Todos sabemos hacer lagartijas y abdominales, pero cuando vas a un gimnasio y ves todos los aparatos comienzas a dudar. Además son los únicos ejercicios que conoces.
Lo mejor sería que buscaras rutinas para novatos o que vencieras el miedo y te atrevieras a preguntar a los instructores.
No se ven los cambios
Tienes que tener en cuenta que los cambios no se ven de un momento a otro, puede que tarden 2 meses en aparecer.
Además nuestro cuerpo necesita tiempo para adaptarse y comenzar a cambiar, si no le das tiempo no lo vas a notar.
La pregunta es ¿pusiste atención a los cambios no físicos?, porque también cambia tu energía y tu estado de ánimo.
No te alcanza el tiempo
A veces el factor tiempo es algo más complicado, ya que es el que no te permite ir al gimnasio o en ocasiones no te deja descansar. Y es que la falta de tiempo es una de las razones más complicadas de solucionar en cuestión de entrenamiento.
En este caso podrías considerar la idea del yoga casero, que te tomará cerca de 15 minutos y podrá ayudarte a sacar toda esa energía extra que tienes.