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Si, lo sabemos, no estamos haciendo un descubrimiento único en la vida, ni revolucionando las teorías sobre el peso.
Lo que si es cierto es que los humanos desde tiempos inmemoriales, tendemos a saber las cosas que nos dañan pero eso no nos impide hacerlas. En este caso del peso es un poco más complicado.
Y es que a pesar de saber todos los problemas que trae muy pocos son los que realmente se preocupan. Y eso esta claro cuando se habla de una epidemia de obesidad. Ya que en la actualidad hay niños que presentan enfermedades de adultos debido a una mala alimentación.
Lo que es peor, la obesidad o el sobrepeso son el principio para una vida de enfermedades. Aunque existe un meta-análisis publicado en enero de 2013 en el Journal of the American Medical Association (JAMA) que confirma que el sobrepeso no acorta la vida pero sí reduce la calidad de la misma.
Lo primero es que no debes confundir uno con el otro. Diferenciarlos es el primer paso para buscar una solución. Basandote en los siguientes valores podrás identificarlos sin problemas.
Debes tomar en cuenta que el IMC no es un factor determinante. Todo esto debido a que sólo se toma en cuenta el peso y la altura del individuo sin contar el porcentaje de masa muscular.
El estudio publicado JAMA confirma que la tasa de mortalidad de las personas con sobrepeso es muy similar a la de las personas que se mantienen en su peso adecuado, pero sufren durante una mayor proporción de su vida enfermedades cardiovasculares.
Este otro estudio publicado en 2016 en la Revista de Medicina Clínica hace referencia a la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares en personas con sobrepeso: en este estudio se llegó a la conclusión de que «los resultados son consistentes con estudios que señalan un mayor riesgo de enfermedades crónicas en las personas con sobrepeso, e incluso entre las que están en valores superiores dentro del rango considerado normal (con un IMC entre 18,5 y 24,9)».
