Hace un par de años, cuando alguien contrataba un plan se debía a las múltiples obligaciones de su trabajo y debido a esto tenían que mantenerse en contacto.
Hasta 2017, dentro de los servicios de telefonía de México existían 110.4 millones de líneas, de las cuales el 83.1% eran de prepago y el resto en planes de renta.
Ahora The competitive Intelligence Unit (CIU) actualizó la cifra hasta el primer trimestre de 2018, en que que ya existen 116.5 millones de líneas y las que cuentan con un plan de renta son el 18.1%, lo que da un total de 21 millones de usuarios.
Lo que deja claro que el plan dejó de ser una opción sólo para personas ocupadas.
Y es que el estudio menciona que el crecimiento de 0.7 puntos porcentuales se debe a una mejor oferta de datos que existen en esta modalidad. Entro las que se destacan la eliminación de plazos forzosos y la integración de algunos servicios extra como Claro video, Blim o Spotify. Además de ser acompañados con opciones atractivas de financiamiento para obtener un nuevo equipo.
No es de sorprender que la competencia este tan fuerte entre las compañías telefónicas y es que, gracias a los pequeños cambios que se dieron en el sistema de rentas, el gasto de los usuarios se redujo en un 5.7%, lo que en promedio es 342 pesos al mes.
En la mayoría de los casos, la reducción viene por parte de las tarifas de servicios, lo que provoca ofertas comerciales más agresivas.
Debido a esto, el panorama competitivo en México ha logrado ofertas con planes de mayor duración y menor requerimiento inicial. Los usuarios se mantienen más tiempo con el plan debido a que la compañía no les exige un pago inicial muy alto.
La mayor ventaja encontrada hasta ahora es la posibilidad de adquirir un equipo de gama alta o reciente y pagarlo a pagos con una duración de hasta 30 meses.
En promedio lo usuarios que cuentan con un plan se mantienen dentro del mismo un promedio de 17.6 meses. Debido a esto dos de cada 3 usuarios contrata planes por hasta 18 meses y solamente 1 de cada 10 cuenta con equipo propio y no forma parte de planes forzosos.
Este estudio también reveló que los usuarios mantienen sus equipos un promedio de 22.7 meses antes de reemplazarlos por uno nuevo.